viernes, 11 de septiembre de 2015

Edgar Allan Poe: El Retrato Oval - Carta 1

Querido pintor,

Cuando observé por primera vez  su retrato, quedé asombrado de aquella maravilla de arte; pensando y reflexionando sobre lo que mis ojos vieron, contemplando por horas tuve la intención de encontrar y buscar la historia, de su retrato, por ello, acudí al libro que analizaba los cuadros y sus historias. Desde que empecé a leer su historia, pude notar ciertas características que me llamó la atención, generándome confusiones y cuestionamientos, que desearía resolver, por ello, le escribo esta carta, para poder tener un mejor concepto de su historia y las acciones que se ejecutaron en ella.

Al principio de la historia, supuse que la hermosa mujer retratada, tuvo una muy cercana relación con usted. “Ella una doncella de la belleza más singular y tan encantadora como alegre…. Conoció y amó al pintor y se casó con él.” También, pensando que ella siendo una dama tan encantadora, lo sería todo para usted, pero, noté que usted tenía una gran pasión por el arte “…apasionado, estudioso, austero, y que ya tenía una esposa en su Arte.” Esto lo evidencié, cuando miré detalladamente el cuidado del pincelado en el rostro de su esposa. Además, su dedicación que prolongaba hora tras hora y día tras día, lo motivó a continuar produciendo.

Por otro lado, su esposa nunca tuvo un interés por el arte; por ello, cabe preguntar ¿Alguna vez, le preguntó a su esposa, acerca de sus gustos? ¿Le preguntó, si le gustaba el arte? Porque, en la historia del retrato mencionaron, que solo detestaba el Arte, “que era su rival, solo temía la paleta, los pinceles y demás instrumentos hostiles que la privaban del rostro del amado”. Por ello, tuvo suerte en tener un cónyuge, quien por su carácter la llevo a tomar la peor decisión de su vida. Cuando veía como la retrataba con gran alegría, no podía dejar de pensar en cómo se sentía ella. Usted, prácticamente la encerró y la aisló, por muchos días. “Más era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente largas semanas, en la sombría y alta habitación dela torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo solamente por el cielo raso."  Desde ahí, pude reconocer su gran pasión por el arte, pero, aquella obsesión lo llevó hasta un extremo, a tal punto que influyó en su esposa  hasta perjudicarla. Esto lo convierte en una persona egocéntrica, asimismo, me hace ver que usted era un maniático por la pintura. Mientras pintaba su retrato, su mujer estaba sufriendo y tuvo que morir para que usted, recién pudiese notarlo. “! Es en verdad la Vida misma! Se volvió de pronto a mirar a su amada. ¡Estaba muerta!”

Por otro lado, quiero rescatar la belleza de su retrato. La belleza de su mujer se complementaba con la calidad del cuadro. Su vida quedó en ese retrato, pues se sacrificó por ella, porque lo culminaron hasta morir. Pues, al entrar al castillo y observar su cuadro, me dejó anonadado; nunca pensé que detrás de una belleza, existe una historia terrorífica.
Finalmente, quiero agradecerle por leer esta carta. Espero que lo considere para su próxima obra de arte y, que pueda tener su concepto o versión en los hechos que ocurrieron en su historia. Me sorprende la pasión que le puso a ese retrato oval, asimismo, su gran talento por la pintura.
Atentamente,

El hombre herido

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